JUSTIFICACIÓN

Durante los últimos cincuenta años hemos vivido grandes transformaciones de carácter social, de ellas los grandes avances científicos y tecnológicos no son el único aspecto aunque sí el más espectacular.

Nuestra capacidad actual para dominar nuestro entorno trascendiendo nuestras limitaciones físicas ha superado los más ambiciosos sueños de nuestros antecesores. Este no ha sido el único cambio importante al que hemos asistido, sin embargo, hace olvidar con frecuencias hechos tales como la modificación de las relaciones internacionales y los acontecimientos que esto ha provocado.

 Efectivamente, los sucesos acontecidos a partir de la Segunda Guerra Mundial en el seno de lo que hoy conocemos como sociedad internacional han dado lugar a grandes procesos de globalización e interdependencia que a su vez han generado nuevas formas de interpretar la realidad social en la que vivimos.

 La igualdad de derecho de todos los Estados en los Organismos Internacionales entendida como factor corrector de la desigualdad de hecho existente ha sido, desde nuestro punto de vista, el detonante de la situación actual pues ha obligado a las naciones del mundo a comprometerse en la discusión de lo que se entiende por justicia social iniciando así el debate acerca del desarrollo, sin duda, el gran debate de nuestra época.

Este debate ha permitido la construcción de un conocimiento teórico complejo que pretende dar respuesta a los grandes problemas a los que nos enfrentamos los seres humanos a la hora de relacionarnos con nosotros mismos y con nuestro entorno. Este conocimiento se ha creado a partir la formulación de diferentes hipótesis que pueden rastrearse en la evolución del propio concepto de desarrollo.

Desde esta perspectiva, en la actualidad podemos hablar de la existencia de una Teoría del Desarrollo pues contamos con un conjunto sistematizado de ideas y opiniones sobre este tema que queda perfectamente recogido en la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo de 1986 y en documentos posteriores como la Declaración de Copenhague sobre desarrollo social de 1995. Este conocimiento sigue siendo en su mayor parte especulativo, ideal e independiente de toda aplicación pues no todas las hipótesis han sido verificadas experimentalmente. Esto quiere decir que se han enunciado los principios del desarrollo pero que hasta el momento no se ha podido demostrar su validez absoluta.

 Aun así, estos principios deben ser el punto de referencia de todos aquellos preocupados por el desarrollo, pues es el único modo de continuar aprendiendo acerca de lo que éste debe ser.