MCMCIX – París – 1999

TEMA: MUJER Y DESARROLLO

La situación de las mujeres en los países en desarrollo junto con la de la infancia es sumamente preocupante pues son parte de la población que sin duda constituye la más marginada del planeta.

En ellos se ceba el analfabetismo, la violencia, la enfermedad y la muerte prematura. Con demasiada frecuencia asistimos también, al desaliento de los Organismos Internacionales y otros agentes para el desarrollo ante la magnitud del conflicto. Las estructuras de poder dominantes no favorecen la transformaciones y siguen siendo los más débiles los más explotados. Los que sufren en mayor medida las consecuencias del subdesarrollo.

Ahora bien, mientras la infancia por sus características físicas e intelectuales es casi totalmente dependiente del resto de la sociedad para crecer adecuadamente y pasan a tener responsabilidad en el acontecer de los hechos a partir de determinada edad, las mujeres poseen potencialidades que les pueden permitir contribuir a la transformación de su realidad.

Desde este punto de vista, el reto está en conseguir que las mujeres del mundo en desarrollo se reconozcan como artífices del cambio social que éste demanda ya que son ellas el principal nexo de unión entre las personas y su entorno.

Conseguir el logro de este principio debe pasar por descartar determinadas formas de tratar a las mujeres en las que se les pide que asuman tareas y deberes de forma automática sin tomar en consideración sus conocimientos y aptitudes y mucho menos, sus expectativas.

La O.M. La Cruz de Malta entiende que el único modo de lograr que las mujeres efectivamente, participen en el desarrollo es proporcionándoles los conocimientos para entender su situación y el modo en que pueden cambiarla. Debemos rechazar aquellas alternativas que hacen a las mujeres responsables de la situación social para luego negarles una posibilidad de emancipación real.

Considerando que las mujeres deben ser tratadas como ciudadanas de pleno derecho, que deben tener acceso a la cultura y al capital pero que es injusto cargar sobre sus espaldas la responsabilidad de erradicar la miseria sin proporcionarle herramientas intelectuales y sociales que facilite su labor, insto a la Dirección General de la Cancillería a crear una Comisión de trabajo que estudie un sistema para la integración socio-laboral de las mujeres de los países en desarrollo.