CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS DEL HOMBRE VIOLENTO
La
mayor parte de ellos mantienen un sistema de creencias basado en los mitos
culturales acerca de la masculinidad y de la inferioridad de la mujer.
1.-
Sentimientos de inferioridad: cuanto menos, consideran sus
logros por debajo del nivel de sus ambiciones y tienen dificultades para
expresar sus sentimientos por considerarlo signo de debilidad, lo cual lleva a
que los conflictos sean resueltos violentamente por no saber hacerlo de otra
manera.
2.-
Descontrol emocional: generalmente se acrecienta con el uso
del alcohol u otro tipo de drogas, que apuntala su frágil autoestima porque se
encuentran emocionalmente aislados, ya que no cuentan con quien hablar de sus
problemas o de sus sentimientos.
3.-
Gran carencia afectiva: muy necesitados de cariño, sienten
una gran dependencia de esta relación.
4.-
Muy baja autoestima: esta es la razón de lo incuestionable de
su autoridad, por lo que no soportan la independencia de su mujer ya que
perciben que su autoestima y su poder se encuentran permanentemente amenazados y
ante la sospecha de la pérdida de control, intentan retomarlo a través de la
fuerza.
5.-
Necesidad posesiva sobre la mujer: el descubrimiento de que la
violencia acobarda a su pareja, genera un sentimiento de poder muy
satisfactorio.
6.-
No aceptación del fracaso: cuando los problemas en la vida
laboral o en la vida cotidiana se acrecientan, aumenta la necesidad de sentir
con intensidad que son “poderosos”, mostrando una actitud externa
autoritaria que oculta su debilidad interior.
7.-
La violencia como diálogo: la necesidad de esta sensación de
omnipotencia es creciente, por lo que la violencia se instala como mecanismo de
diálogo y al no reconocer la responsabilidad por sus actos, dificilmente piden
ayuda para resolver sus problemas.
8.- Instauración de la violencia: si tenemos en cuenta que el 81% de los hombres maltratadores fueron en su infancia testigos o víctimas de malos tratos y de que el 53% de estos hombres infringe malos tratos a sus hijos, entendemos que se trata de una cadena, en la que una nueva relación es solamente un eslabón más.