EDUCAR A LOS NIÑOS

“La infancia entre los aborígenes australianos es la época más feliz de su vida. Nadie que haya vivido con un grupo de cazadores nómadas, o haya pasado algún tiempo en algún campamento  de aborígenes que aún vivan en condiciones tribales, habrá dejado de observar la indulgencia y solicitud que se concede a los niños durante los primeros años

Donald Thompson, escritor observador de los aborígenes australianos

Los niños son nuestro futuro. A menudo oímos esta frase, pero ¿la vivimos?.

Los aborígenes australianos pueden enseñarnos mucho acerca de cómo criar a los hijos. Ellos deciden cuándo tener hijos (sí poseen una forma muy antigua y sencilla de control de la natalidad, sin drogas) y sólo tiene la cantidad de hijos que su vida y si entorno pueden mantener. A estos hijos se les ama y se llena de cuidados y afecto.

Como en el caso de los nativos de todo el mundo, todos son responsables del cuidad y amor de cada niño. El niño se vincula con la comunidad, no sólo con sus padres. El niño aprende de la riqueza y conocimientos de la comunidad entera. Nadie puede estar amando todo el tiempo, aun cuando hay tantas personas que te aman, el entorno se vuelve amante en su totalidad. Así mismo como hay tantas personas <<vigilando>>, el entorno proporciona una sensación de libertad y poder en cada niño.

La educación de los hijos es clave para una cultura sana, y es una pérdida de tiempo intentar educar a un niño sano en un sistema enfermo”

Extraído de Culturas de Sabiduría

A.W. Schaef