MIRA EN TU INTERIOR
Muchas
veces no sólo los hijos, sino el resto de los miembros de la familia
nos vemos atrapados en unos papeles prefijados de antemano por la
costumbre, la conveniencia, la cultura etc. en los que realmente no nos
sentimos cómodos. Las
imágenes estereotipadas que establecen las supuestas conductas y
reacciones de cada uno de los miembros de la familia no consiguen otra
cosa que esclavizarnos e impedir unas relaciones naturales, fluidas y
sinceras. La
existencia de estereotipos familiares que nos hacen jugar unos
determinados roles según seamos padre, madre, hijo, hija, hermano
mayor, abuelo, abuela etc. es inevitable, pues estos surgen como
producto de un aprendizaje social, familiar y personal que nos hace
concebir “lo que se supone que debe ser un padre, madre... etc.” Ahora
bien, podemos educarnos y educar a los miembros de nuestra familia para
trascender los estereotipos, escapar a su rigidez e inflexibilidad y
comenzar a comportarnos de acuerdo a las situaciones concretas que se
nos presenten, a nuestro carácter y a los eventuales resultados que
queramos obtener. Hoy
puede ser un buen día para empezar a cuestionarnos nuestro papel y a
profundizar en cómo nos gustaría desempeñar nuestras tareas; muchas
veces sólo con esto ya se consigue reducir buena parte de los
conflictos familiares, la única condición es centrarnos en nuestras
propias conductas sin desviar la atención a los demás y sin intentar
culparlos de las mismas. Hoy siéntese tranquilo y medite sobre estas
cuestiones. Hoy
mire en su interior y piense que clase de padre, madre, hijo o hija...
le gustaría ser, qué clase de relación le gustaría tener con el
resto de los miembros de su familia y qué puede hacer USTED al
respecto. HOY EMPIECE A HACER ALGO PARA LOGRARLO. Elaboración propia. Dirección General de la Cancillería |